No necesitaremos ser grandes ríos navegables:
en ellos espolean hincando
sus garras los mendrugos,
a los que todos los perros famélicos laceren,
y lanzan anchos sus espumarajos
de tal suerte que los mares los combaten
y ellos las anegan de lodos
y maderas secas punzantes.
…
Sed , que no colma,
más bien arroyuelos bravos
que desemboquen en remansos
de playas chicas, y solo ofrezcan cantos
–guijarros intermitentes- bien rodados
y aguas todavía frescas,
pequeños bosquetes de ribera enmarañados
sobremanera y algún que otro rincón sorpresa.
j.
http://img260.imageshack.us/img260/3641/arroyuelodelbosquewebko4.jpg
Tentadr ofrecimiento