Archivo mensual: abril 2009

      La niebla es espesura de todo lo que te rodea e incita al miedo desconocido incluso de la marea, del chocar de las olas que braman cuando se acerca la plena altura del mar en tierra. Cada … Seguir leyendo →

    Agua que te ofreces, agua entregada, adentrándose en las carnes, dilatadas, en los sonrojados labios, ciegos y ebrios, abiertos y dilatados, los miedos, los deseos, los sentidos, los ojos, agua que te ofreces, entregada mirada, espejo en el  … Seguir leyendo →

    No. No da tregua ni la estación que renace ni la agitación que tracen en toda su órbita los astros. No da comienzo el verano. No hay cansancio en seguir siendo niño, no sentir frío inesperado, ni mayor … Seguir leyendo →

      De manzana cerrada ese olor al empezar el invierno, de la brisa salada ese sabor abierto al sol primero. A éso vengo en la fiebre de este puñado de arena que son las palabras que venzo y … Seguir leyendo →

  Pues no nos pertenecemos sino en el contacto y en el viento, izaremos nuestras velas y nuestros cantos cada día en un espejo nuevo. En la escurridiza piel que se remueva se renueva y nos poseeremos y será al … Seguir leyendo →

  Un rebaño manso, espumoso y blanco alcanza en remanso cálido la orilla y pule la huella mientras la refresca, rellena mi calma, agita el aire y renueva la vida mitad silbido, mitad quimera, siempre ciega y hambrienta, nómada y … Seguir leyendo →

    Una sola vez, primera, apenas un momento y ya en mitad de toda una vida, asemejando una furia, -tómate tu tiempo… Me diluye en la arena blanca que se rodea e inunda los costados. Mis manos son libres … Seguir leyendo →

  Y al despuntar de ese pozo  de escarcha que en tu fondo se agita el tiempo se ha apresurado y tú ya no eres tú sino un después que debe reconstruirse en alto. Se agita el viento -tú y … Seguir leyendo →

    Eres el vencedor de la vida siempre que ella te lo permita. Y sino, qué más da, ese momento no te lo roba nadie… Alcanzar a ser carne tendida mientras a través de la arena oyes el golpear … Seguir leyendo →

  Cuando apenas la brisa logra sofocar el ardor antes del mediodía y las cuentas de las finas areniscas se pierden en sopor, mitigado en el agua fría que apenas altera su paso oscilante, hay un vencido optimismo en el … Seguir leyendo →