Archivo de la categoría: Oropéndola

            Olvido a quien se abandona de sí mismo, al que pierde el aliento en su propio ahogo, a quien no pudiendo andar con la cabeza pierde los pies en el empeño, quien acorta su … Seguir leyendo →

    Estamos apegados a tanto y sin embargo nos iremos, sin sombra. Oropéndola, encuéntrame el lugar donde estar siempre, dormir sin tiempo de leer, despertar sin el sueño recordar, no sin soñar, donde piedras planas para hacer montículos den … Seguir leyendo →

      Piel morena, indolencia antes de partir, etapas pactadas, gran souvenir,  ¡ ¡ ¡ Hasta la vuelta ! ! ! Cambios, rasantes, lomas, rectas, piñones engrasados, carretera de ida y vuelta, aire,… ¿A dónde van tan deprisa las … Seguir leyendo →

  No hay mosca bastante para saturar tanta boca. No hay. No hay araña bastante para zampar tanta mosca, no hay. j.            

    El asfalto se reblandece y a trozos se cuartea, con el grijo árido se mezcla, viaja a las barrancas, con los canchales emparenta y ni el olor de la mejorana lo avienta. j.        

      El gato acecha, se arquea, espera y llega.  j.          

    En las márgenes crece yerba: cada estación una cuadrilla las cepilla simétrica, no importa lo que encuentra, cuerda, botella, arbusto, llave o pañal de niña descompuesta. En las acequias las hierbas altas se ciegan, señorean, como centinelas amorales … Seguir leyendo →

  Voluptuosidad de ombligo para arriba, caderas que se muevan, pies que no se enfríen, nuca que se estremezca, profundidad la justa de cualquier manera y un punto que se manifieste en la hora justa y mullida. Todo ello en … Seguir leyendo →

    ¿Quién, recia mujer, besará tus pechos en las eras? ¿Quién, fértil doncella, libará tu flor en las huertas?  ¿Quién, grácil mozuela, probará tu fruto tras los zarcillos de las vides ajenas? ¿Navarros, aragoneses, castellanos, francos, peregrinos de otras … Seguir leyendo →

      Moras agraces, moradas, ascienden al sur, rodean Arrés, 3.3, canal de Berdún, cuando entre la paja el milano avista al lagarto panzudo, huidizo de la sombra que vas dejando. El quejigo peina la brisa y el nogal … Seguir leyendo →