Archivo mensual: septiembre 2010

    Del gastado estuche de pintura al agua apenas queda arriba las trazas del azul del estío. Rojos, negros, blancos que se reparten en figuras caprichosas que toman su propia consistencia y forma. Ora mariposas, ora algodones que taponan … Seguir leyendo →

    Una calma pasajera nos lleva, un viaje a la noche sin estrellas, al norte desnortado, a la desnudez disfrazada de máscaras aparentadas. Una calma apenas interrupta por los apeaderos desiertos, la luz moribunda del quinqué de la espera … Seguir leyendo →

    El mirlo es el ratón del seto, el salteador que emboscado picotea sus lindes por sorpresa. Sin torpeza ni temor te mira como un par que ha renunciado al color y entre púas y negras moras secas hiere … Seguir leyendo →

    El mar en su fiereza esculpe la playa, pule la arena que cosquillea en cada pisada. Arroja fuera de sí con rabia los viejos maderos que la surcaban náufragos de un tiempo de primavera pasada. El mar hace … Seguir leyendo →

  De higos a brevas. Tiempos de esperas. Ida y vuelta del ser que a alcanzarte toca. Como volver a rememorar otros otoños, otras primaveras. Que te alcancen como el pensar que también saldrás de ésta. Disfrutar de la carne … Seguir leyendo →

    De la alfombra negra de la noguera las cáscaras se adueñan, esconden de ardillas y rataguas su mole lechosa. Alcanzan las primeras, horadan sin tregua y todo el declinar del sol en brisa se torna entre carboncillos que … Seguir leyendo →

    Somormujo pico solitario amarillo del nordeste septembrino urde henchido en el turquesa, hinca la pinza un instante y al abrigo todo se detenga. j.          

  Ni el tronco del haya es esquivo a la finura del agua que ahora derrama la tarde en gris decadencia. Toda hoja acaba limpia y alcanza ese verde negruzco que el sol no proclama. Las raíces se alegran y … Seguir leyendo →

    Hay un sol declinado, hilachas de los tiempos idos, un aviso de navegantes solitarios, sólidos, desamparados, y la decrepitud de las algas sepultadas, armadas de las arenas vivas que espuman. Apenas centellean, mirares perdidos, en el estío. Ya … Seguir leyendo →

  Se van las aves. Vuelven los afanes, los humanos, los ingratos, los culpables del trato que nos adolece antes del ocaso. Vuelan como rizos de vaho que ciegan, como ballenas que envaran tras haber perdido su carta de navegación … Seguir leyendo →