Podrías

 

Podrías decir que ni dudas ni finges,

ni finges ni dudas,

que procuras bellos intentos de tener siete vidas

y las quieres para tu vista, tu disciplina.

Solo debes encontrar el adecuado momento

antes de que te desvista y pidas…

conmigo.

Luego, tras un lapso, sueño,

ausencia que martillea tu cerebro, escalofrío,

los hilos se pierden.

El peso se abandona al vacío.

La mente se escapa del cuerpo.

Me asombra este mundo. No ralentiza su tiempo como verano de niño.

Huye de sí mismo. No sé si merece la pena salvarlo.

Las miradas se pierden o embotan.

Entretanto aliento decisiones, me gasto.

Ahora que se puede rodear el orbe, lo descubro desde el viento.

Hasta ti llego. Vuelo.

 

 

M.

 

 

 

 

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Con el maduro

 

 

Con el maduro hijo del tempranillo

fuerzo a crecer a mi cuerpo.

Un cerebro se cablea con un quinto

o un medio.

Llegará el frío,

antes de enero.

Enséñame tú.

Podrías decir que hemos usado mi cuerpo

como cupido y flagelo, almohada o refrigerio, pañuelo.

Pero mi cuerpo no es mío: es un regalo.

Halado con hilos de seda.

Una herramienta modelada que se extiende más allá de su centro,

alcanza tu lecho y nos fortalece. Energía libre que silencias.

¿Qué es más improbable que un impacto imprevisible, un cisne negro?

Un encantamiento, un hechizo físico-químico o …

un desafío, una apuesta costosa e incierta, una probabilidad azarosa.

 

M.

 

 

 

 

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Trópico utópico

 

 

Trópico utópico.

Podrías decir que pondremos los ojos en los dulces,

invitados al valor de demorarlos,…

que querrías poseerme periódicamente hasta hartarnos

o que has llegado a tu destino cuando nos hemos encontrado.

Podrías. Sentido.

…que en este momento y espacio

…él te quita el gusto con promesa de mejorarlo,

que quieres ser mi zorrita

y no salir de la guarida.

Es un arte ilusionarte en tu comer pausado.

Solo las lánguidas palabras nacen en invierno.

Enséñame tú.

 

M.

 

 

 

 

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Ducha fría

 

Ducha fría

Pizca pimienta en gazpacho,

despejarse de la salmuera,

despojar los huecos, tocarse los pies

y luego en su extremo, frío,

agua lejana de manantial primero,

con el orden concernido a un templo.

De afuera a adentro. Respingo.

Con los brazos veo el desierto.

El oasis a los hombros,

las piernas de maratoniano el día de granizo

y para sortearla pecho, muslos,…espalda : nieve ártica.

Los centros llevan su tiempo

pero la frente no espera.

No es más que una ducha. Secas.

Soy niño sin tregua salvo cuando duermo.

Y crema.

 

 

M.

 

 

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Dame acciones

 

 

Dame acciones pues las adoraciones

son vapores de niebla que no riegan mi suelo.

Riega la riega de la flecha del tiempo,

vital, pasajero del viento.

Tracemos rectos curvos momentos,

acontecimientos, amaneceres, pliegues nucléicos.

Tu corazón se acelera,

arden tus labios, fluyen tus estrógenos

y se emancipa la oxitocina.

Cuánta síntesis para un estar receptiva.

La sola presencia.

Y , si me aventuras, el recuerdo de la testosterona en la ducha.

Limpios

todos los recovecos,

momentos únicos de paradoja festiva.

Luego

la cara de dicha de quiero repetirlo,

lo mismo y distinto.

Haz algo nuevo.

 

M.

 

 

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…vocablos

 

 

Voluptuosos vocablos en tu boca cristalizados.

Un tesoro de vocabulario.

Definiciones desde el cerebro reptiliano.

Mis cincuenta y cinco sabrán vararlos.

Podrías decir que tus fondos de sensibilidad y racionalidad maduran,

se lubrican, al unísono,

…que cambias ante mí y lejos incluso,

que te hace ser mejor, que notas, en fin, que brillas.

Y lo siento. Lo simbólico.

No solo somos animales asustadizos.

Podrías decir que hoy y ahora hemos llegado al punto de partida,

que nos hemos hecho dioses sintetizando bacterias, ni bichos,

que somos demasiados aunque no hemos llegado a la tasa de sustitución.

Estamos ganando la batalla de la población.

Ocurrencias.

Y que nos vamos al fin del mundo.

Juntos. Proyecto. Trabajo. Entropía. Salto.

Es preferible bregar con el vértigo que el silencio. Atrévete.

Hay riesgos, en la suma positiva, y costes.

Estamos ganando la batalla de la población

mientras por el pulido salón rodamos, primerizos, acoplados, salados

yendo como el agua de abajo a arriba,

génesis, anomalía y orgasmo.

He de soñar instrucciones para: tomar duchas frías, soñar cosas distintas,…

 

M.

 

 

 

 

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Luego

 

 

 

Luego…

¿ te puedes creer que…? . pongo la camiseta de leer

y escribo. Pienso. Respiro. Vuelo. Arenas negras.

Y , sin sol ya, a ti llego.

Me esperas en sueños. Pasiva. Nuca. Tormenta. Lomo.

Y mientras, lasciva, jugamos al último invento, trémulo,

penetro. Enséñame tú.

Ahora los pliegues retozan ellos,

ríes, musitas, respiras, suspiras,

campanas de vuelo, seguir subiendo.

¿ Lo que quieres en tus días y noches?,

pensares, deseos, concupiscencia geminada,

tu clítoris y tus adentros,

dar mimos , paradigma, a mi miembro,

pedir besos.

Ser onda que brilla,

partícula mecida, dócil y dúctil.

Cuéntamelo en un ingenuo cuento.

Tantas palabras y apenas rozo tu dermis y sus adentros.

Necesitas tu lengua femenina, un bello invento

con perfeccionamiento acumulativo.

Trescientas sesenta y cinco olas reentrantes.

Vertiginoso rapto.

Quiero saber ello.

 

 

 

M.

 

 

 

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Abandonarse

 

 

Abandonarse

a los deseos inconscientes. Soñar despiertos.

Parlamentar descansos, alzarse en paseos.

Ver el mundo de un modo inédito, rozar el equilibrio sistémico,

pensar generativo. Libar de néctares.

Olas de viento cálido: llevadme dentro. Al cerebro.

Podrías decir que de dopamina te lleno

y me falta sentir tu entusiasmo,

…que te contagio mi serotonina pero tu mirar sigue bajo.

Los colores saco y meto.

Por eso las vikingas son peligrosas. Ricitos dorados.

Y las morenas,

calor cordobés, la sierra, el pelo y los pies enredados.

Y que me veas, si vuelvo.

 

 

 

M.

 

 

 

 

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Si te deseo

 

 

 

Si te deseo

lo mejor,

de lo mejor,

de lo mejor. Uno y trino.

Te deseo y de lo mejor, el valor,

de lo mejor, el amor,

de lo mejor, el fragor, el deseo,

ese instante de brillo ansioso, expectante.

El goce etéreo de acoplarnos, músculos y tendones.

– ven

– no.

Con pasión, el derroche es inmenso.

¿Cual es el premio?

Repite conmigo: yo.

 

La levedad de la tierra, enséñame tú,

la exuberancia,

la cueva , el abismo, el peligro del siglo, décadas de un mismo sino. Adivino.

 

 

M.

 

 

 

 

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La vida es corta pero ancha

 

 

La vida es corta pero ancha,

el horizonte lejano pero extenso.

En altura todos somos hormigas,

excepto y salvo un@ mism@.

Cada nuevo alertar es una nueva indagación, ensayo, intento

versus la existencia,

a favor del viento, sujeto que renace e inventa.

El tiempo y la levedad de la tierra.

Caigo al precipicio, al abismo. Recurrente. Desde lo alto.

¿ Cómo sabemos que hay un fin, abajo si… nos despertamos?.

Sobresalto.

Llanamente, estamos arriba.

¿Y si el sueño era condición para practicar el vuelo?.

Volamos. Despertamos.

Es lo que tiene ser adulto

en lugar de niño: el fin del experimento.

La gravedad es que ser como un niño

siempre fue cosa de alocados.

Una cascada

divide sus chiribitas

entre nívea cuarcita y mi cuerpo. Tirito.

 

 

M.

 

 

 

 

 

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